miércoles, 27 de enero de 2016

Una de cal y otra de iPhone



Una de cal y otra de iPhone

Si, si, llevo sin escribir en el blog mil millones de años, pero estoy demasiado ocupado terminando el juego de rol y se lleva todo el tiempo que tengo destinado a Twitter y a este blog. No tengo perdón del diosito de los cristianos, pero palabra que siempre tengo en mente  un montón de cosas sucias que decir de la manzana podrida.
Cuando puedo, le meto mano al Twitter que es rápido y mortal cuando se usa con destreza, pero le falta el encanto de las parrafadas y los insultos elaborados de más de 140 caracteres.
Voy a intentar resumir lo que ha sido mi experiencia diaria con un iPhone 6S plus de 64 gigas color blanco, en los últimos 3 meses.
Como siempre, gracias a la gente que me deja tocar sus cacharros, manosearlos, babeárselos y metérmelos en el pantalón para que cojan el olor a hombretón de mis calzoncillos y luego devolverlos sin limpiar a sus legítimos dueños.
La última víctima ha sido el iPhone 6S y bueno…otro iPhone más.
Lo primero comentar el tema de los Benchmarks: El procesador, esta vez sí, es muy potente o está muy bien optimizado aunque claro, la mayoría de tests sintéticos aplicados a iOS, están hechos para beneficiarles. El punto real de esto nunca lo he entendido demasiado, porque los juegos más potentes requieren menos máquina y nuevamente, para jugar a basuras avergonzantes  como los Candy saga y puñeteras bazofias cagadas por mentes que seguramente tienen de canción de cabecera el infame reggaetón, no hace falta un teléfono de mil euros.  Puedo entenderlo, ya que el mundo de la tecnología nos ha enseñado que enseñarse el falo y medir a ver quién tiene el mejor mástil de carne, para que los fans se apuñalen la pelvis en furiosas masturbaciones, es tan importante como una buena publicidad sutilmente engañosa. No importa lo demás, tienes que tener lo más potente para que el resto observen con admiración la prolongación de tu pene o vulva en cualquier encuentro social. Pasaba antes con los coches y pasa ahora con los móviles.
Muy bien el procesador si, y el rendimiento con esa unidad SSD que le han puesto como memoria, acelerando el acceso a los programas instalados y los que me resisto a llamar App’s a los programas de toda la vida, primero porque es un anglicismo y segundo porque me da urticaria en el pezón derecho y nadie quiere que yo tenga urticaria en el pezón derecho.
Hemos comparado un LG G4 con el iPhone 6s Plus en un juego que debería funcionar de forma más o menos similar en ambas plataformas, teniendo en cuenta que el LG g4 cuesta LA MITAD que el iPhone y la diferencia abriendo el hearthstone ha resultado ser de unos 3 segundos, en el mejor de los casos.
En cuanto al funcionamiento dentro del propio juego, no se advierte ninguna diferencia. Cero. Esta diferencia se acentúa algo más  en juegos que piden más chicha, pero no os creáis que es algo dramático: el modesto LG G4 mueve cualquier juego con su Snapdragon 808 que no tiene ni compatibilidad nativa con DirectX como si lo tiene su hermano mayor el 810. La conclusión es si quieres pagar el doble de dinero para hacer lo mismo, 3 segundos más lento.
En cuanto a la pantalla, la del iPhone 6s está lejos, muy lejos de impresionar a nadie. Comparativamente al Samsung 6s edge plus, sería su rival directo, se mea en la cara, con mucho gustito, de los ingenieros de Apple. Y mira que Odio también a Samsung, pero las cosas como son, tienen la mejor pantalla móvil hasta la fecha.
Otro apartado donde debemos hacer hincapié es en la cámara. La cámara, ahí si, ha tomado una relevancia muy importante porque yo la uso en conjunto con mi Nikon réflex. En este caso estoy usando un LG G4 para experimentar con las roms de Android, y es del que os puedo hablar.
Frente a mi Lumia 1520, la cámara del Iphone, es algo mejor en calidad pero tampoco drásticamente si pensamos que existen dos años entre modelos y NO supera, nuevamente, a la del LG G4, repito, costando LA MITAD.
Me parece una broma de muy mal gusto, que la manzana podrida vuelva a hablar del móvil con la mejor cámara del mundo cuando la del LG o la del Samsung la superan, en todos los apartados, exceptuando quizá en el vídeo, que el LG G4 es muy ligeramente inferior.
 De opciones ya, ni hablamos porque si hay un apartado donde Apple apesta especialmente es en el de la personalización de la cámara. Lamentable, comparado por ejemplo con un Lumia decente, con todos sus modos manuales que nada tienen que envidiar a cámaras mayores.
Otra cosa que se supone es su punto fuerte son los materiales: ¿Qué demonios le pasa a la gente con el plástico? TODOS mis móviles van a llevar una funda, ¿qué narices más me da de qué esté hecho el móvil? Prefiero un policarbonato resistente a no el aluminio y cristal de la manzanita que parte con estornudarle encima. Esa “bella delicadeza” no me convence y más sabiendo que la gran masa suele escribir mientras anda y eso de ver el móvil volando de tus manos, tristemente habitual. Que no me convencen con el aluminio.
El desbloqueo táctil, ha mejorado y es mejor que el del Samsung Galaxy, pero no infalible y además muy sensible a la suciedad. Como siempre, estoy radicalmente en contra de usar biometría en un aparato que está constantemente transmitiendo datos de nuestro estilo de vida.
¿Qué contar de iOS? Cuelgues en el uso de la aplicación de música, lo más habitual, el control de los cascos, deja de responder y hay que reiniciar el sistema operativo completo, no basta solo con desconectarlos. Un poco curioso para “no fallar nunca”. Ha habido los típicos momentos de no responder un programa concreto y fallos eventuales que han obligado al reinicio del teléfono, algo que es relativamente habitual en Android y poco habitual en Windows pone. Esto en si mismo no es un problema, me molesta en concreto porque los Apple Zombis siempre hablan de que iOS es absolutamente infalible cuando realmente, es tan falible como los demás.
En resumidas cuentas: Otro iPhone más, del montón, nada ha revolucionado, nada es realmente un antes y un después solo que esta vez ya han llegado a la barrera de los 1000 euros por un aparato que apenas les cuesta 200 euros fabricar, con los problemas habituales que tiene comprar algo de Apple, desde lo poco ética que es la marca al sobreprecio y las libertades que recorta su uso y la aceptación de su lamentable política de cerramiento nazi, otro robo a mano armada más, un atraco a la inteligencia y una vergonzosa manera de que los fans de la manzana podrida, midan sus erectos penes manzaniles. Que no, Apple, que no. Que dais mucha grima.
PD: Quería hacer mención al troll Damian StreetBoy que me ha escrito insultándome con una apertura de frase “Vete a la mierda hijo de puta” por tener un blog contrario a su opinión.
Este pedazo de mandril, debe ser un Swagger que para los que no sepáis  que son, se trata de una mutación de la raza humana donde el cerebro te crece en forma de ropa y te dedicas a hacerte auto-fotos delante de una Apple store con cara de anormal mientras otros mutantes intentan olerte el sobaco, comerte la oreja o entender que la pegatina de la solapa de las gorras, es para indicar su precio y talla y no parte de la misma  (os juro que es verídico) seguramente lleva intentando olerse su propio culo la mayor parte de la semana y, como buen Swagger nunca sabrá lo que es un libro de texto más allá de su portada, no mencionemos lo que es un leer por placer.
Así que si, Damián, mucho nombre llevas para tan poco amor propio, así que desde hoy te bautizo con el nombre de…”manzanita, el valiente cateto.”

Como te odio, Apple.